Este es el primer post de la categoría “Ideando” y quiero dedicarlo a explicar el tipo de artículos que quiero comentar aquí. Para ello voy a empezar comentando como entiendo yo el proceso de ideación.
La ideación es ese periodo en el que nos dedicamos a observar
sobre un entorno determinado con el objeto de descubrir que cosas se pueden
hacer para mejorarlo. Lo más importante en esta fase es mantener la mente abierta
a nuevas posibilidades, sin tener ningún prejuicio sobre lo posible o
imposible. Aún recuerdo
cuando estaba estudiando, época en la que empezaron a salir los primeros teléfonos móviles en España, que una compañera se presentó con uno de ellos en la residencia en la que vivíamos (en ese momento los móviles eran exclusivamente para llamar y enviar sms), por aquel entonces las noticias comentaban que en Japón era habitual ver a todo el mundo con un teléfono por la calle. El resto de compañeras nos sorprendimos porque no llegábamos a ver la necesidad J, pero podéis decirme quién de nosotros podría estar ahora una sola semana sin coger su teléfono móvil?
cuando estaba estudiando, época en la que empezaron a salir los primeros teléfonos móviles en España, que una compañera se presentó con uno de ellos en la residencia en la que vivíamos (en ese momento los móviles eran exclusivamente para llamar y enviar sms), por aquel entonces las noticias comentaban que en Japón era habitual ver a todo el mundo con un teléfono por la calle. El resto de compañeras nos sorprendimos porque no llegábamos a ver la necesidad J, pero podéis decirme quién de nosotros podría estar ahora una sola semana sin coger su teléfono móvil?
Escuchando distintas charlas sobre temas diversos, la conclusión
que he sacado es que la clave del proceso de ideación es la combinación de la
divergencia y la convergencia. Al inicio del proceso, es importante mantener
una actitud divergente, y que quiero decir con esto?, pues que hay que echarle
imaginación al asunto, ser creativo, no poner límites a los pensamientos,
buscar todo tipo de alternativas…en definitiva, hay que crear… Un buen ejemplo
de divergencia son los niños, los niños son capaces de imaginar lo imposible…
aunque para “corregirles” ya estamos aquí los adultos, que nos encargamos de re-orientar
esa virtud que traen de serie. Hay que decir, que la sociedad y el sistema
educativo que tenemos tampoco ayudan mucho, pero este es un tema del que ya
hablaremos más adelante.Para cerrar el proceso de ideación, una vez que tenemos todas
esas ideas recogidas, es cuando activamos la fase de convergencia, en esta fase
hay que decidir y concretar cuáles de las ideas presentadas podemos llevar a la
práctica y cuál es la mejor forma de hacerlo.
Si echamos la vista atrás tan sólo 20 años, vemos que han
ocurrido cosas que en su momento parecían ciencia ficción, quien se podía
imaginar que iba a ser tan sencillo hablar a diario y tener vídeo conferencias
con cualquier parte del mundo? Quien iba a pensar que no tendrías que esperar a
revelar tus fotos para verlas, sino que podrías verlas en el mismo momento en
que las haces? O que podrías jugar a videojuegos desde tu televisión o teléfono
móvil en línea con personas que ni conoces y están a miles de km de ti?
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